DANZAD, DANZAD MALDITOS…Así comenzó todo, a todo gas al igual que el estribillo de “Peret” (el tío más guapo y chulo de la rumba catalana setentera), no se puede esperar menos de tres mosqueteros que se quedan sin su D’ Artagnan que los acompaña habitualmente en sus correrías, destripando capullos y empujando a putas y mierdas secas de toda raza, clase y edad…Ya estamos hartos de tan buena postura, sí, de tanto “postureo” rockero y bien queda, de promociones culturales y propaganda de niños prodigio, con buen toque y cante pero sin alma, no tienen corazón, luego olvídate de romperles las narices porque ni sangraran.
Así comenzó todo, con uno menos. Ante la adversidad solo quedan las ganas y el talento de la improvisación, pero que bien, hoy seremos diferentes (héroes), por un día nada más. Sin bajo y con la batería reducida a una caja, el guitarra y Antonio Jamás al micro aquello sonaba a lo que apuntaba, rock&roll con desparpajo e impostura, si ya estaba bien de lo anteriormente oído en la sala, de tanto rock plomizo con dedicatorias a mi novia, a tu novio y a su puta madre. Con esas condiciones las canciones de MAR tomaron otra deriva, más frenéticas y directas a un público que desde luego no le salían las cuentas por número y sonido, sorprendido y atónito porque aquello que se llamaba MAR había mutado hacia el guiño macarra e irreverente. “No vamos a pedir excusas” señoras/es, somos siempre nosotros y nuestras circunstancias, para esta noche quedaron atrás las boas, los largos interludios y la romántica y con todo no quiero decir que se renuncie a ella.
Los nuevos temas sonaban nuevos incluso para ellos mismos, lo cual me parece que nos encontramos ante un punto de inflexión en la banda, para el conjunto o por separado, esta experiencia no puede pasar desapercibida pues se aprecian nuevos aires e inquietudes que por mi parte serán bien recibidas.
Termino agradeciendo a Manolo Cáscales, Nicola Turchetti y Antonio Jamás el arrojo mostrado en la palestra,Ángel "Gitano" Martínez no estaba presente, pero entonces no hubiera sido diferente. Y como cantaban aquellos: “Igual hemos cambiado. Quizás a peor…” Pero por mi parte no entiendo el arte sin las paradojas.
Paz & Revolución (es una de ellas).
Manuel Gamonal
No es crítico musical, ni músico o cantante. Es pintor.
Fué una noche extraña, en la ausencia de Ángel Martínez, hacían prever que algo especial iba a ocurrir.
Nicola Turquetti improvisó unos esplendidos solos y acompañamientos extra espaciales, dejando atónitos a todos los presentes.
La cara de Manolo Cascales era un poema improvisado, tocando con una caja y dos platillos a un puro estilo jam session.
Francis Guerrero a los teclados, deleito con un jazzistico estilo, practicamente a solas con Toni Jamás.
Aquí es donde explotamos con la rabia contenida, la alegría vomitada, la simpatía, la locura, la cordura, la antipatía, el showman en vivo, el urbanita muerto. Toni retomó los años de rock'n'roll en un momento que todos esperaban serenidad.
Fue inesperado, como una obra de teatro inedita, fue magia, para dividir, en vez de a un ayudante dentro de una caja, a un publico fiel y a otro ajeno.
El final se aguó, y nunca mejor dicho, con las botellas de agua, limpia y clara, que lanzo a su querido y odiado publico.
Fueron risas para muchos menos para algunos.
Acompañaron a Toni a abandonar las dependencia de El Loco por su actuación, más que aplaudida para la mayoria de los asistentes.
Bienvenido a la carretera del Rock'n'Roll, Mar ... de nuevo.
Mtraker
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