miércoles, noviembre 02, 2005

NOS VAMOS DE MUSEOS y Barrio del Carmen...

El sábado pasado tuvo un feliz encuentro, al menos para mi.
Toni y Ramón habían quedado para ir a ver algunas exposiciones en Valencia.
¡Esto no me lo podía perder
Desde la marcha de Ramón de MAR, que yo sepa no se habían vuelto a ver.
Así que cámara en ristre me acoplé a la expedición, además es un placer tenerlos juntos de nuevo, aunque no sea en el grupo, solo por asistir a una de sus conversaciones…
Ramón esta muy volcado en la pintura y se le ve muy entusiasmado, se ha comprado un bajo que lo va a transformar en estudio-picadero ja ja ja.
Llegamos a Valencia y nos hacemos los primeros cafés y té de rigor en el museo de La Beneficencia (calle Corona 36)
Toni se empeña en ver la exposición “Ciudades valencianas en transito 1800-1940”.
Un flash-back a la Valencia de nuestros antepasados, con una minuciosa y extensa documentación. (Fotos, carteles de la época, periódicos, maquinarias de la industria textil, indumentaria, juguetes…incluso tienen un par de salas que recrean un dormitorio y un café tertulia de la época.
A Toni y a mi nos fascino lo suyo. Alucinamos con los trajes y no parábamos quietos…Ramón no parecía entender nada y estaba a lo suyo (perdido en su memoria).
Salimos y nos encaminamos al IVAM que esta prácticamente pegado al lado.
Ramón sugiere ir directos a ver una individual de Julio Cuaresma.
Lo primero que captamos fue una oscuridad terrible en cada uno de sus lienzos, con una exagerada carga dramática y religiosa.
El amor y odio construido a través de hombres y mujeres. Aislamiento, angustia y una oscuridad que encierra el misterio de toda su obra.
Recomendable 100%
¡¡¡Salimos de allí intoxicados!!!
Nos sentamos en los bancos de fuera han puesto unas fuentes muy chulas…no se de quien eran pero Toni y Ramón empezaron a enzarzarse en una de sus clásicas conversaciones…yo no me enteraba mucho hablaban de arquitectos o algo así.
Vamos camino del convento de El Carmen (antigua facultad de Bellas Artes).
Por el camino Toni no para de bromear con un opaco Ramón.
Encontramos una tienda “gótica” y Toni y Ramón siguen con las bromas acerca del “particular universo gótico”.
Toni esta de buen humor bromeando y alocando a su modo.
Un pobre niño es victima de su “locura”, también un perro y hasta un grupo de japoneses…no paramos de reír y algunas cervecillas se nos escapan sin querer.
Llegamos a La 3 Bienal de Valencia una colectiva que como diría Toni “nos voló la cabeza” bajo el titulo de “AGUA sin ti no soy” esta colectiva nos invitaba a que nos pusiéramos en las escamas de un pez, o sea, que el espectador tiene que ver, sentir, creer que es un pez para así conectar mas profundamente con el espíritu de la bienal.
No sabría explicaros tantas emociones, sensaciones, colores…
Éramos peces, tres peces locos. Uno perdido en el espacio, otro era el pez enigma y yo el pececillo chico que sigue a las sirenas, ja ja ja
Solo decir que vale la pena ir a Valencia solo por esto la entrada es ridícula (solo 3 euros) y estarán hasta el 30 de noviembre.
¡Además dejan hacer fotos!
Salimos casi sin aliento, demasiadas emociones, demasiada información para un solo día, decidimos ir a “hidratarnos” al barrio del Carmen, ese que tanto les gusta.
Una vez allí nos cruzamos con un concierto-manifestación de esos que piden y dicen que Valencia es Catalunya y bla,bla,bla…
Curiosamente Toni se muestra interesado ya que ha visto unos carteles de Ovidi Monllor poeta, cantautor y actor valenciano que se ve que le gusta mucho.
Nos habla maravillas de él, y prometió dejarme algo de su música.
Nos cae la noche y decidimos cenar por allí dejamos el “rollo catalanista” y cenamos en una bocatería que nos atiende un camarero “fumao idiotizao” el mas grande de Ecuador (el es de allí).
Nos sirve sin vasos, sin servilletas, no sabe lo que hay en la carta…
Nos tenemos que levantar nosotros a por las cosas y Toni casi tiene que hacer de camarero porque este chico o era idiota o llevaba una fumada del 7.
Caen unos chupitos con moderación que Toni ya no puede…jijiji
Nos vamos a casa con la sensación de haber pasado un buen día.