martes, diciembre 26, 2006

VOLVERE A POR TI ZARAGOZA,(hora de pasar demonios y facturas)VAMONOS A LA MAR (Javea-Altea) ALICANTE

Se acercaba el día del concierto en Zaragoza (8 de diciembre), y yo ya me estaba empezando a desorbitar de nuevo en estas épocas de otoño para colmo un virus gripal comienza a hacer estragos:
Si ya no tenia yo bastante con la química impuesta legal y farmacologicamente con sus respectivos “efectos secundarios” a eso le sumamos vómitos cada 2x3, fiebres altas (alrededor de los 39 grados, diarreas, dolor de huesos hasta el tuétano y un apetito invisible que me hace perder casi 5 kilos).
Tenemos que suspender Zaragoza a ultima hora, Nicola y Ángel se hacen cargo de mi estado, de nada sirvió que les insistiera para ir que seguro que una vez allí… ¡que iluso!
A la cama a mas de mil y nada de hacer estupideces.

Necesito desconexión una escapada a Javea-Altea me vendrá mas bien que nunca, suelo ir allí para evadirme y curarme de una vez por todas (8,9 y10 de diciembre).
Esta vez todos mis demonios se iban a venir conmigo (yo no contaba con ellos), lo que me obligo a cortar por lo sano con toda la medicación privada y publica farmacológica y callejera y dejarme llevar por el instinto del corazón y de la muerte.
Llegamos a Javea, mi angel de la guarda lo ha preparado todo.
Varios litros de gazpacho y un millón de infusiones de todo tipo, es el único alimento que más o menos tolero.
Me voy directo a la cama, me empieza a subir la fiebre, temblores,y un dolor generalizado se enquista hasta en el pelo, el vaso de gazpacho que me había tomado para cenar con unas tostaditas de pan ya lo estoy vomitando…
¡Tengo que dormir!
Una infusión bien cargada de todo tipo de plantas relajantes; Melisa, Espino blanco, tila, valeriana, amapola de California…
El brebaje hace su efecto consigo dormir levemente unas 6 horas no muy profundas pero es un buen comienzo para empezar el día.
Parece que ya voy a mejor, me pongo valiente nos vamos mi angel y yo a desayunar al paseo de “El Arenal” pegadito al mar.
Pido un te con leche, tostadas, zumo de naranja, todo perfecto, desgraciadamente en una hora ya lo estaba vomitando todo, ya no se si estoy así por el virus gripal o por no tomarme la legión de medicamentos que toca…
¡Fatal! Decidimos volver al apartamento sesión de cama, empieza a subirme un poquito la fiebre menos que ayer eso si, aprovecho e intento ignorar toda esta guerra mental y física que me ha tocado vivir.
Comienzo a leer “El Yogui” de Ramiro Calle una fantástica novela-ensayo que transcurre en la India, su protagonista Devendrenath un joven de familia media-alta tiene que enfrentarse a su destino teniendo que abandonar todo aquello que ama, (recomendable 100%). "Diwan 2" de Rachid Taha suena en el estereo,todo parece ir bien.
Mi angel me prepara una infusión triple para dormir elefantes…ya son casi las 11,llevo mas de 4 horas leyendo y los demonios duermen…ahora me toca a mí.
Son las 9 de la mañana pasadas he dormido perfectamente unas 8 horas, mí cuerpo me lo agradece, mi mente también, esto hay que celebrarlo desayunamos y nos vamos a una calita que hay cerca de aquí en esta época del año hay muy poco turismo casi nada. Estaremos tranquilos además a Tyla (mi perro) le encanta esa cala siempre que venimos lo tengo que traer ¡le encanta nadar!.
Toda va de bajada y yo me siento como un recipiente vacío al que le hace falta una buena limpieza espiritual, consciente de que estoy recuperándome, estoy en el camino…de nuevo.
Nos damos un baño Tyla y yo. El agua esta helada pero nada mejor que eso para sacudir al sistema nervioso, demonios, virus y bacterias.¡Aquí mando yo! les digo, mi angel ríe conmigo sabe que estamos al final de la curva peligrosa, y la estoy agarrando bien…
Ahora toca empezar a pensar que todo es lo que uno quiere admitir, la vida con sus luces y sus sombras, se carga de recuerdos y balas que apuntan a la cabeza y el corazón pero también de sol y gandulería, de sueños y revoluciones, de AMOR por latir cada segundo en esta vida, con luces o con sombras, en otoño o en invierno….
Solo hay que tener un poquito de paciencia y ser el espectador interior que nos mira, nos contempla sin juicios ni soluciones, sin verdades ni mentiras sin nada que ofrecer, solo así el paso estacionario del reloj, (ese dios que nos dicta y esclaviza) dejará de tener efecto sobre nosotros (Nada es como ayer del cd “Mar” si lo quieres mas claro) para poder ser nosotros mismos.
Antonio G.Rubio