Bien es verdad que Dead can Dance,Rachid Taha,Ravi Shankar,Ramiro Calle,Khrisnamurti,The Black Crowes y un maravilloso calidoscopio de color inundan el manto interior que me rodea, aquí dentro la búsqueda ,el dolor, la distancia microscópica que me separa de ti es infinito en los cielos de esta tierra.
De nuevo fumo pero con más calma me preparo mis pipas de agua con tabacos aromáticos y algunas hierbas secretas…
Detrás, en mi espalda el recuerdo y la adicción continúan su escalada cegada por el baile del conocido corazón que late cada día, cada noche, cada segundo…late y late (todavía huele a incienso)
Mi búsqueda, cegada por los años y por el miedo a ser quien era, que hoy soy por ti y por mi, poeta o el artista de mierda que se columpia en la cuerda floja. (Jugando a rockstar)
Mi amor, me duele más saber que estas aquí junto a mí que saber que quizás no estemos juntos jamás.
El dolor de los mártires santos beatificados, del enemigo abatido en el campo de batalla, como el pez (poeta) que se asusta bajo el agua.
Como el nirvana de los místicos, como los mantras sagrados que repetimos en cada uno de nuestros nombres, como el sol que tanto amas.
Bueno últimamente no habla el corazón, ni la mente ni el razonamiento de hombre adulto me convence, habla mi alma con su propia alma, y eso duele, divinamente duele.
A veces me siento cansado, como tu tengo los pies llenos de barro, me duelen todos los kilómetros de mis venas, las arrugas de tus manos son también las mías.
Detrás, en mi espalda el recuerdo y la adicción continúan su escalada cegada por el baile del conocido corazón que late cada día, cada noche, cada segundo…late y late (todavía huele a incienso)
Mi búsqueda, cegada por los años y por el miedo a ser quien era, que hoy soy por ti y por mi, poeta o el artista de mierda que se columpia en la cuerda floja. (Jugando a rockstar)
Mi amor, me duele más saber que estas aquí junto a mí que saber que quizás no estemos juntos jamás.
El dolor de los mártires santos beatificados, del enemigo abatido en el campo de batalla, como el pez (poeta) que se asusta bajo el agua.
Como el nirvana de los místicos, como los mantras sagrados que repetimos en cada uno de nuestros nombres, como el sol que tanto amas.
Bueno últimamente no habla el corazón, ni la mente ni el razonamiento de hombre adulto me convence, habla mi alma con su propia alma, y eso duele, divinamente duele.
A veces me siento cansado, como tu tengo los pies llenos de barro, me duelen todos los kilómetros de mis venas, las arrugas de tus manos son también las mías.
Soy hombre afortunado Dios me despellejo vivo para poder hacerme el jardín en el que vivo, en el que dentro de mi como el omh sagrado repito tu nombre en mis oraciones.
Nadie, nadie ni los dioses a los que rezo ni los mantras más sagrados ni el estado más puro de conciencia sabrá lo que es el amor y su locura.
Solo me quedas tú, bendecida adicción de plata de fino cordón umbilical
Luchar contra el deseo cualquiera que este sea me devuelve a las dulces y afinadas melodías de nuestros días que como el omh se pronuncian en un inmerso mantra azul de mar esplendoroso.
Tengo mis pastillas en el cajón, mis preparados de plantas mágicas y mejunjes varios, mis pipas de agua…
Dejarme dormir al son de los tambores, la química y la mística hacen su efecto… tu amor también.
Antonio.G.Rubio